martes, 17 de enero de 2012

Estado...

En estos momentos me siento muy desfragmentado. Mi cuerpo y mi mente van por diferentes lares. Pienso mucho en cosas que no son muy importantes, será que las pienso para no pensar realmente en lo que más me aterra. Ya no tengo idea de quién soy, pero trato de jugar el juego lo mejor que pueda. No me extraña para nada que mi ex novia no me quiera ver, seguramente para que no esté en contacto con la criatura…no lo sé. Tengo la mente muy dividida en muchos personajes que no se cual realmente soy yo (aunque sé que soy todos juntos). Por momentos me desespera y creo reamente que estoy loco. Para lo que es normal para los demás, para mí es una tortura chica. Escribo frases para ayudar a los demás, pero no siempre  me ayudan a mí.

Trato de hacer las cosas que me dicen que tengo que hacer (que una persona “normal” harían), pero por otro lado pienso realmente porque no ser yo mismo (pero eso implica que sea un “loco” o “inestable” para los demás).

Me cansa mi baile en la cabeza. Me cuesta mucho relacionarme con los demás porque veo patético los reglamentos y protocolos para relacionarse con otra persona. Muchas veces prefiero estar solo a que estar simulando mi forma de ser. Me encantaría poder fusionar las dos cosas de una vez. Poder emplear mi locura, pero conducido a un fin en particular. Voy a ser padre y la verdad me duele muchísimo no poder participar en eso. Me aíslan como si fuese un monstruo, alguien que realmente puede hacer algún daño. No le echo la culpa a nadie, ni a mí mismo… y eso es lo más penoso.

La soledad es mi fiel testigo de mis idas y vueltas. Los personajes dentro de mi son muchos y, muchos son muy difusos (aun), no dejan de manifestarse en mi mente. Muchas personas me dicen que deje de pensar tanto…¡¡¡Que deje de pensar tanto!!!!! Si alguien lo puede hacer que me de la receta ya mismo!!!

Pienso seriamente que, mientras más hablo cosas triviales con las personas, más tranquilo me siento. Antes tenía la loca idea de que me podían entender… pero si no me entiendo ni yo, como voy a pretender que me entienda otra persona.

Con el psiquiatra lo único que hace es darme fármacos para tapar el síntoma, pero en realidad no se cura (no hay una cura). Igualmente tomo la medicación porque más o menos me estabiliza, pero los personajes siguen. Lamentablemente personas como yo no somos útiles para la sociedad. Mi querida madre ya no sabe qué hacer conmigo (ya me da pena que se sienta tan mal por mi), porque aunque ella lo duda, yo la amo mucho.

Muchas veces, cuando estoy acompañado por personas, vivo fijándome como tengo que hablar y qué decir.
Ni hablar con las chicas que les atraigo solo porque soy “raro” o “extraño” y creen que me pueden ayudar, hasta que se aburren y ya. Por suerte eso ya lo acepte (con mucho dolor de por medio).

Muchas gracias...


Hernan